El agua corre clara por las aceras,
arrastra la basura del día,
el barro de tantas horas,
la escoria de la vida.
La luz se abre paso,
la transparencia del aire nos devuelve
a la inocencia de aquella manzana primitiva.
Nada estorba el renacer de la vida
a esta hora, en este día
y dibuja la hermosa ficción
de este instante que se renueva.
Jesús.