La oí decir mientras bajaba atropelladamente: -¡Los Reyes, los Reyes, … han estado aquí ya, han venido dos días antes.
Entonces cerré el grifo y subí rápidamente sin que me viera. Cambié los juguetes de sitio y volví al cuarto de baño. Cuando sonaron de nuevo sus pasos enredados por la escalera con su voz, me fui detrás:
-Mira, lo ves … pero... ¿cómo?... si estaba aquí la cocinita hace un momento, la he visto.
En ese instante su sonrisa nos anticipó un gran descubrimiento …
-Esto sólo lo han podido hacer Los Reyes … entonces … Los Reyes existen, no son los padres. Qué tonta es la Rocío, se lo tengo que contar el lunes.
Jesús. 25 de febrero de 2010.
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1 comentario:
Éste me encanta, y no sólo por la ternura, sino porque acabo de vivir, con alguno de mis hijos, momentos similares que se quedarán siempre dentro de mí. El final, pa comérselo.
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