sábado, 9 de noviembre de 2024

Ayer murió un hombre

 Ayer murió un hombre

y una mujer,

murieron muchos hombres

y muchas mujeres

arrasados por el agua. 


La misma agua

que antes bañó benéfica

las raíces que los alimentaban. 


La misma agua

que meció sus cuerpos

con las olas, al sol del verano. 


Ese agua arrastró ayer

a un hombre y a una mujer,

arrastró a muchos hombres

y a muchas mujeres

hundiéndolos para siempre

en la hondura infinita del tiempo. 


Jesús.


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