viernes, 5 de enero de 2024

Una vida sencilla.

Hoy ya no echo de menos aquellas lecturas compartidas que no tuvimos, las veces que tú no me acompañabas en aquellos actos que organizábamos y no echo de menos que a ti no te parecieran cosas infantiles mis cosas, como te parecían.

No echo ya de menos haber compartido esas cosas de tu trabajo que no quisiste compartir conmigo o que yo no supe cómo hacerlo, los preparativos de los reyes magos, las series ingenuas, las canciones y las películas, simplemente bonitas, que no compartimos.

Hoy no echo de menos los paseos que apenas tuvimos por el campo con los niños tendidos en una manta con los juguetes, los encuentros después del trabajo en que no compartimos el día de cada uno.

No echo de menos esa parte de la vida que pudimos hacernos sencilla, que pudimos no complicarnos y no supimos hacerlo; porque, en parte, gracias a no tener aquellas cosas entonces, hoy me siento cerca de tenerlas.

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