lunes, 5 de octubre de 2009

El Callejón. Novela por entregas. Página 24.

La luz de la luna se escarcha en el aire haciéndolo transparente y punzante. Ya estoy de vuelta, ya he bajado del tren y te he llamado otra vez, ya te estoy esperando como todos los días desde aquél.
A estas horas de la noche, la calle sólo se deja transitar por algunos coches que giran temerosos por la esquina del mercado. Todas las ventanas están cerradas sobre el muro rojo, corrido, que nos encierra hacia lo alto.
Como cada noche, desde el fondo oscuro del callejón, renaces poco a poco, hiriendo tus formas, suave, cada poro de mi piel cuando se van precisando hasta alcanzarme.
Como el primer día, mi beso espera nervioso producir alguna respuesta al posarse despacio en tus labios, aunque ahora sean comprados.
He estado esperando todo el día, los dos últimos días, este momento. Me ha acompañado, como lo hace siempre, la incógnita angustiosa de no saber dónde estabas, qué hacías, qué pensabas, de no saber qué hay detrás de ese callejón que te devuelve siempre a esta hora a mi vida.
Recuerdo que de niño me angustiaba también no saber qué había detrás de la pantalla de la tele, de la pantalla del cine; qué hacían esas actrices con las que, a pesar de la barrera que nos separaba como la Estigia, compartiría maravillosas aventuras de amor en cuanto el tiempo y el destino decidieran que era el momento: el camino del colegio, el autobús de la ciudad, las vacaciones en el pueblo de la prima francesa de Joaquín, un coche nuevo en la calle, ...; todo me hacía estar bien atento porque cualquier cosa podía ser el puente que los hados ponían entre ellas y yo. Y, en efecto, lo pusieron, pusieron un puente entre nosotros cada día, cada noche, antes de que me sorprendiera el sueño. Ellas y yo hablábamos de nuestras cosas y nos acariciábamos entre los sudores que hacían perder la virginidad a mis sábanas; cada larga tarde de siesta en aquellos veranos sin clase en que oíamos juntos las novelas de la radio, aunque sólo yo estuviera allí, solo.

(Continuará ...)

No hay comentarios: