A veces, llegas, inundando mis manos,
con la plenutud del hallazgo.
Otras, el mero intento me trae
la alegría de haberte buscado.
Se abrazan en la pantalla y el papel
pensamientos sentidos a tinta lenta,
sentimientos pensados en carne viva.
Abrasa mis horas la intuición de la forma,
calma mi sed volver a la idea.
Una noche más, regreso a la cama
con la certeza de volver a buscarte mañana.
Jesús.
No hay comentarios:
Publicar un comentario