domingo, 27 de abril de 2025

Arahal

 Arahal,

cruce de caminos

entre cielos y olivos.


Jesús.

Momentos. 

Una luz blanca traspasa mis párpados

cerrados, vueltos al cielo. 


Pesa sobre mis piernas 

el suave calor de mi gato. 


Me gustaría poder decir que ahora

siento cómo floto

que me siento suspendido en el aire,

pero lo cierto es que sólo estoy

sentado en una hamaca apolillada

bajo el cielo de mi casa de pueblo. 


Jesús.








sábado, 26 de abril de 2025

Gato Noam 

La luna ofrece un manto blanco

en la caída de la noche

al último maullido de mi gato. 


Se va tras él, diluido en un aire eterno

que sentiremos siempre cerca,

siempre dentro. 


Sé que debe pasar un tiempo

para poder modelar adecuadamente

un dolor tan intenso con las palabras,

pero hoy era demasiado evidente

esa llamada al infinito

como para ignorarla. 


O quizás sólo sea 

mi necesidad de desahogo

la que es, ahora, demasiado grande.



Jesús

 Una caricia tuya, bastará para sanarme. 

Y entonces sentí 

una furtiva caricia tuya. 


No era una tarde cualquiera, 


dejó de serlo

en aquel precioso instante. 


Jesús.


viernes, 18 de abril de 2025

 Qué solos nos dejan los muertos

Aquí, cogido de tu mano, 

en la cama, aún tibia,

te siento patir y me veo,

impotente, 

entre mi sombra y tu cuerpo. 


Me siento solo

en medio de los otros. 


Siento el sinsentido de mi vida,

el sinsentido de la vida. 


Me siento extraño

en un mundo sin ti. 


Aquí, cogido de tu mano,

en la cama, aún tibia,

te siento partir y me veo,

impotente,

ante tanta soledad. 


Jesús.





















Mi vieja caravana

 Veo mi vieja caravana y me recuerda

que hubo un tiempo en que yo apenas tenía

nada, o casi nada,

es decir, lo suficiente para ser feliz.


Veo mi vieja caravana y me recuerda

ríos, montañas, pinos, playas,

paseos en bicicleta por la arena virgen

de infancias que para mí serán siempre eternas. 


En sus literas, aún duermen conmigo mis hijos 

señalando la luna reflejada en el agua.

Aún oigo los cuentos inventados 

a la luz de unas pizzas bajo las estrellas. 


A la sombra de un pino ya deshecho

nos protegió del sol, del agua, del viento 

alojó nuestro descanso y 

cobijó nuestro amor. 


Veo mi vieja caravana y siento

toda la ternura con la que me mira.

Desde sus ejes gastados, desde su avance ajado,

resbala una gota de rocío por los cristales

que un día fueron brillantes, que el tiempo ha opacado. 


Jesús.


El mismo poema de siempre. 

He intentado escribir un nuevo poema,

y me ha salido

el mismo poema de siempre. 


Otros quizás no lo lean, 

pero yo veo 

tras las mismas ideas, tras los mismos latidos

sólo palabras desordenadas. 


En ocasiones, es cierto,

late en la mano una emoción,

Ilumina una idea al papel

y llega entonces la tinta 

para fundirlas justo a tiempo. 


He intentado escribir un nuevo poema

en vano otra vez, y es que, 

acaso,  éste no llegue porque no sea

este hermoso oficio de ordenar, 

con las palabras, las cosas

más que el juego de probar, una y otra vez, 

de probar a ordenarlas.


Jesús.









sábado, 12 de abril de 2025

Tu primer café

Como casi siempre que me llega

esta vaharada de café humeante 

que la cocina ahora me regala, 


se mete dentro de mí con ella 

la emoción que me produce

revivir aquella tímida sonrisa infantil

con la que me traías, ofrenda humilde,

tu primer intento de hacerlo.



Jesús.


viernes, 11 de abril de 2025

Me siento dividido en dos. La península de las casas vacías.

 Un mundo se destruye entre mis manos

en las páginas que se deslizan por mis dedos.

Mientras, ante mis ojos,

la luz de la primavera brilla

en las hojas de un olivo casi reciennacido. 


Me siento dividido en dos:

sufro impotente ante las letras que corren

despavoridas entre cadáveres familiares;

me diluyo en la brisa suave que danza

con los brotes tiernos de este aceite prometido. 


Me levanto abrazado a unos personajes

que me conmueven con su dolor

y paseo con ellos por este modesto paraíso,

como si quisiera recompensarlos

con este regalo que el instante me ofrece. 


Jesús.

martes, 8 de abril de 2025

 Un día luminoso. "The lady of Shalott"

 Un día luminoso. "The lady of Shalott". 


                                               A Loreena McKennitt, 

                                               a Ramón Trecet,

                                               a mi hija recién nacida.



La luz de un medio día luminoso

de invierno, después del trabajo;

la paz del reencuentro

con el bebé que,

sólo unas semanas antes,

me hizo padre, sabio en amores.


Entonces, arrebujada 

con la danza suave de las curvas,

en la radio, la voz lenta y profunda 

de Ramón fundida con la magia

de Loreena y su canción. 


Pocas veces la luz del sonido

me llegó tan dentro. 


Jesús.

lunes, 7 de abril de 2025

Hijo de la noche

No sé si fui hijo del amor,

hijo del deseo de tener un hijo,... 


O si sólo fui hijo del deseo, 

del deseo de tener un orgasmo. 


Pero, ante esta duda, me gusta soñar 

que fui hijo de algo hermoso. 


Jesús.


jueves, 3 de abril de 2025

Te estoy aquí llamando

 Te estoy aquí llamando:

por favor, ábreme

tu cuerpo de par en par,

aunque sea en un beso, 

en un abrazo, una caricia. 


Te estoy aquí llamando:

por favor, ábreme aunque sea

el calor de tu palabra, de tu sonrisa,

aunque sea la luz de tu mirada,

el vuelo de tu pelo, el roce de tu sombra. 


Jesús.

Algunos fueron hijos del amor

 Algunos fueron hijos del amor,

algunos fueron hijos del deseo

de tener un hijo,... 


Otros sólo fueron hijos del deseo

de tener un orgasmo,

pero, ante la duda,

es bonito soñar que fuimos hijos

de algo hermoso. 


Jesús.

El otro yo que escribe. 

¿Quién es el yo que escribe

con mi mano, con mis ojos,

robándome las palabras? 


No es el que compra el pan

por la mañana temprano,

ni el que bromea con mi mujer

o juega divertido con mis nietos. 


No es, desde luego, 

quien se huelga haciendo deporte,

quien sobrevuela en las charlas de café

o se acuesta intrascendente con la radio. 


¿Quién es el yo que escibe,

ése al que le doy, cada día un rato, 

el teclado para que no tome mi voz? 


Jesús.

miércoles, 2 de abril de 2025

 Cruce de caminos

A veces,

cuando se cruzan dos líneas

en el espacio o en el tiempo,

se producen momentos mágicos. 


Jesús.


Versos de caminante

 Caminante, 

no es fácil el camino, a veces. 


A veces, estoy desorientado,

no entiendo las señales

y no encuentro las que quiero dar. 


A veces se empina, se bifurca

y no sé bien qué me trajo aquí

ni hacia dónde debo ir. 


Pero, entonces, una palabra,

una caricia, una sonrisa

lo iluminan y ayudan a continuar. 


Y es que quizás, como dijo aquel,

no haya camino que buscar, quizás

sólo se trate de andar. 


Y, en el andar, es cierto, basta

un soplo de brisa un día, la luz del sol,

aquella sonrisa, aquella caricia, aquella voz... 


Jesús

martes, 1 de abril de 2025

Melenara, Telde.

 Me trajo a ti la vida.

El trabajo, el azar,... la vida. 


Me ancló aquí el mar.

Cientos de amaneceres en chándal

antes de ir a trabajar,

cientos de cafés ante las olas,

paseos a cientos; lecturas, en mi roca,

... 


Todas esas cosas me anclaron a ti,...

la vida me ancló a ti. 


Y la pureza de sentir

que aquella ingenuidad me regaló

en una tarde de viernes con amigos,

en una mañana de domingo y mar,

en una noche que me creí Dios,

... 


Esas cosas, todas esas cosas 

me devuelven, a veces, a ti 


Cuando miro a mi hija,

hija de todo aquello, hija de allí,

a mi hija, hija también de ti,

revivo tus amaneceres, mis paseos, 

mis lecturas, aquellos cafés,... 


Revivo amigos, revivo domingos y,

un poco, revive Dios en mí. 


Jesús.