Aquí, cogido de tu mano,
en la cama, aún tibia,
te siento patir y me veo,
impotente,
entre mi sombra y tu cuerpo.
Me siento solo
en medio de los otros.
Siento el sinsentido de mi vida,
el sinsentido de la vida.
Me siento extraño
en un mundo sin ti.
Aquí, cogido de tu mano,
en la cama, aún tibia,
te siento partir y me veo,
impotente,
ante tanta soledad.
Jesús.
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